Mansos si...pero no corderos

Somos el pueblo…Manso si…pero decidimos dejar de ser corderos…para gritar bien fuerte que estamos vivos.

Hemos visto en estos días recurrentes imágenes de corrupción…entre otras de valentía y heroísmo.

Bomberos y pueblo a manos partidas luchando juntos, para que la belleza natural de una provincia no se viera destruida…y la enorme ineptitud de los gobernantes siempre tarde, siempre oscura, siempre en contra de los intereses del trabajador.

Policías que tendrían que defendernos, metidos hasta el cuello en el narcotráfico, denuncias de lavado de dinero a nivel nacional que nadie investiga, tragedias que quedan impunes, y como siempre digo en medio de todo esta mierda ,el pueblo trabajador, el que aporta el sudor para hacer grande esta patria.

Le hemos entregado a esta tierra, hijos, lágrimas, dolor, nos han asesinado, nos siguen matando, nos siguen robando, y a pesar de todo seguimos creyendo en nosotros como país.

Estamos convencidos que nuestras tradiciones volverán a revivir, ocupando el lugar que no deberían haber perdido, o para ser claros, no debimos dejar que nos hagan creer, que son caducas, fuera de moda, o que no nos pertenecen.

Somos nosotros… quienes debemos hacerle saber a estos mercaderes del sálvese quien pueda, que estamos vivos, que unidos no han de vencernos, que pueden seguir su derrotero, pero no han de atropellarnos, porque nos hemos cansados, queremos lo nuestro, nuestra fe, nuestras creencias, nuestra música, nuestra argentinidad.

Tenemos la convicción que llego la redención, que nuestro ostracismo se va apagando, para dejar paso a un tiempo luminoso, bien parido y sobre todo sin gobernantes que nos crean ignorantes o dejados…somos un pueblo manso sí, pero no nos toquen el traste más de lo necesario, porque no lo permitiremos.

Somos argentinos…nos hermana una bandera tan bella como nuestras madres, como nuestros hijos, como la vida misma, como el amor de la mujer que amamos, como una mañana soleada, o una buena lluvia tantas veces necesaria.

                                   Derechos reservados 2013  Néstor R Díaz