jueves, 15 de agosto de 2013

Tal Vez... un día.... por Nestor Díaz

Tal vez un día… este dios
Alejado de los sueños, más cerca de la miseria, el niño arreaba cabras, buscando aquella pastura donde alimentar la majada.
Llevan sus manos pequeñas una quena tan casera, donde el sonido deja rumores de alguna pena.
Cansados sus cortos años de pelearle a la Puna, va pidiendo en silencio milagros para la tierra, es que la sequía arrecia, se van muriendo las cabras, y los cabritos se pierden, como también la esperanza.
Tal vez un día, ese dios al que los hombres le rezan, elija darse una vuelta por esta zona olvidada, entonces le ha de pedir que llueva en abundancia.
No me aflojes pastorcito,
no abandones tu majada,
bajemos a el pozo viejo,
donde siempre encuentras agua,
se que son muchas las leguas
y que tu infancia cansada,
ya no soporta el trabajo
que va doblando tu espalda.
Sonríe el niño hombre…con sonrisa desdentada, el va soñando despierto mientras baja la Quebrada, quizás un día su padre le regale la guitarra, para cantarle a su madre… canciones que broten del alma.
Tal vez este dios un día, que no es el de la Pacha…se acerque a esta tierra pobre, y los cubra de esperanzas.
Este escrito quise hacerlo en poema…como homenaje a tanto niño trabajador en nuestra Argentina, aquél con sus pies descalzos en cada esquina lavando parabrisas, o repartiendo malabares con la sonrisa a flor de piel…y esta misma piel curtida por los golpes físicos y de la vida.
Tal vez un día despertemos y veamos a la infancia… jugar a ser niño/a.

Derechos reservados 2013  Néstor R Díaz


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